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Publicado el 12 abril, 2024

Compliance en la era de las tecnologías de la información

Con el rápido avance de la tecnología, las organizaciones se enfrentan a retos para cumplir con normativas y requisitos en constante cambio. Como resultado, el compliance se ha convertido en un aspecto crítico de las operaciones de las empresas. Las instituciones necesitan invertir en tecnologías y comprender las mejores prácticas para cumplir las normas y reglamentos, tanto locales como internacionales.

 

Desafíos del cumplimiento en la era de las tecnologías de la información

Las empresas que cumplen las normas tienen que seguir reglas y directrices en sus operaciones diarias. Esto podría implicar áreas como las normas del sector, el comportamiento de los empleados y los requisitos legislativos. La tecnología ha intensificado la presión sobre las empresas para que sigan cumpliendo las normas. Con una mayor dependencia del intercambio de datos, las tecnologías en la nube y las plataformas digitales avanzadas, mantenerse alineado con las últimas normativas es más difícil que nunca. Las empresas necesitan un conocimiento actualizado de la normativa para garantizar su cumplimiento.

 

Integración de las tecnologías de cumplimiento

Las empresas tienen acceso a una serie de tecnologías de cumplimiento para ayudarles en sus esfuerzos por cumplir la normativa. Estas herramientas abarcan desde políticas de cumplimiento automatizadas, ejércitos virtuales de personal de cumplimiento, hasta funciones de supervisión e información en tiempo real. Esto puede ahorrar tiempo y dinero a las empresas. Las tecnologías de cumplimiento pueden ayudar a estandarizar políticas y procedimientos y a automatizar gran parte del trabajo manual necesario para supervisar el cumplimiento de las empresas.

 

El papel de la gobernanza en el cumplimiento

En la era de las tecnologías de la información, el cumplimiento cae cada vez más bajo la jurisdicción de la gobernanza de una organización. Los acuerdos de gobernanza deben diseñarse para garantizar que los datos se utilicen y compartan de forma que se cumplan las leyes aplicables. Una estructura de gobierno eficaz incluiría funciones como las de director de cumplimiento, comité de cumplimiento y comité de auditoría. Estas funciones son necesarias para distribuir responsabilidades y garantizar que las organizaciones se mantienen en el buen camino.

 

La necesidad de un enfoque proactivo del compliance

Las empresas tienen la opción de aplicar un enfoque proactivo a las prácticas de compliance. Esto significa adoptar un conjunto de procesos integrados en las operaciones cotidianas de una organización que ayuden a abordar las cuestiones de cumplimiento. Requiere que los equipos estén informados sobre las últimas normas de cumplimiento y colaboren con las autoridades cuando sea necesario. Esto puede evitar que las empresas se enfrenten a sanciones legales y posiblemente pierdan su reputación en el mercado.

 

Compliance basado en pruebas

Las empresas que deseen cumplir la normativa en la era de las tecnologías de la información pueden recurrir al compliance basado en pruebas. Esto significa que las comprobaciones y auditorías se realizan con pruebas que documentan el cumplimiento de una organización. Los responsables de compliance utilizan métodos basados en pruebas para comprobar periódicamente el cumplimiento de una empresa y adoptar las medidas preventivas y correctivas necesarias para garantizar que su cumplimiento se mantiene en el buen camino.

 

El compromiso continuo con el compliance

Incluso con la introducción de nuevas tecnologías, es probable que las normativas y directrices que deben cumplir las empresas sigan sin cambiar. Se espera que las tecnologías de la información sean aún más avanzadas, pero la esencia del compliance -vigilar y garantizar que las empresas acatan las normas- permanece igual. Las organizaciones deben ser proactivas y aplicar las medidas necesarias para garantizar que siguen cumpliendo la normativa.

El cumplimiento de la normativa en la era de las tecnologías de la información se ha convertido en un aspecto crítico de las operaciones de las empresas. Las organizaciones necesitan invertir en tecnología que les ayude a cumplir la normativa y mantener un alto nivel de compliance. Es necesaria una estructura de gobierno eficaz para distribuir las responsabilidades y garantizar que las organizaciones se mantienen en la senda del cumplimiento. Por último, el compliance basado en pruebas está emergiendo como algo hacia lo que las empresas miran para asegurarse de que cumplen la normativa. En definitiva, compliance es un proceso continuo y requiere que las organizaciones se mantengan vigilantes.