¿Cuál es la relación entre el acceso a un estadio de futbol, el abordaje a un avión y mi rostro?
Durante siglos se ha buscado, por diferentes medios, aquello que nos hace únicos; las características que definen a un ser como irrepetible. A este estudio en concreto se le conoce como biometría (del griego “bios”, vida y “metron”, medida) y se define como el estudio para el reconocimiento inequívoco de personas basado en uno o más rasgos conductuales o físicos intrínsecos; en pocas palabras, los rasgos y características que nos diferencian de otros individuos.
Pero, ¿por qué es tan importante la biometría asociada al reconocimiento de las características de un individuo?
Desde que nacemos, uno de los trámites que determinan nuestra identidad legal es el registro ante una entidad oficial para dar carácter jurídico al nacimiento de una persona. A partir de ese momento una persona cuenta con una figura legal que respalda las características únicas e irrepetibles que conforman su identidad.
Pero tener un documento oficial como medio probatorio de identidad, no es suficiente. Es aquí donde la tecnología tiene su participación; hemos llegado a un punto donde la tecnología es capaz de aprovechar las características más singulares de una persona, como es el caso del ADN, y convertirlos en una llave para probar que somos quien decimos ser de manera irrefutable e inequívoca.
Es así que muchas industrias han aprovechado las tecnologías biométricas para asociar ciertas características a la identidad de un individuo y dar por hecho que la persona es quien dice ser y, en consecuencia, otorgar o revocar permisos. Este tipo de tecnología de identificación es rastreable a las antiguas Babilonia y Persia donde se usaban las impresiones dactilares para autenticar registros en arcilla, pues ya se conocía su carácter único.
Hoy en día, aunque las huellas dactilares son uno de los registros biométricos más populares en el mundo, existen otros que están cobrando fuerza y se están convirtiendo en el estándar para autenticación en muchos aspectos de la vida cotidiana; por supuesto, estamos hablando de la biometría facial.
La popularidad de los teléfonos inteligentes que incluían algún elemento biométrico para desbloqueo de sus funciones hizo que las distintas biometrías existentes en el mercado y por desarrollarse, tuvieran aceptación entre la población. Entrar a una oficina usando las huellas dactilares ya no sorprende a nadie; esta tecnología es actualmente usada de forma doméstica para entrar a casas, oficinas, bodegas, etc.
Pero, el verdadero salto en el uso de biometrías se dio con la facial, pues, simplemente, no existe la posibilidad de no tener cara. Las huellas dactilares, en cambio, pueden diluirse hasta el punto de no servir como medio de una identificación biométrica, ya sea por un accidente o por el uso de cloro de forma prolongada, como sucede en algunas industrias o en los nadadores profesionales que tienen un contacto habitual con esa sustancia.
En este sentido, desde hace más de 10 años una empresa se dio a la labor de investigar y desarrollar la tecnología para llevar a la biometría facial a otro nivel. Estamos hablando de la empresa FacePhi, representada por Moneta en México, y es la tecnología que está cambiando la forma en la que autenticamos nuestra identidad.
Esta tecnología permite que, a través de una Selfie, el sistema pueda reconocer las características y medidas únicas de un rostro para otorgar accesos a distintas plataformas, ya sea a los servicios de un banco, los accesos o restricciones a archivos que contengan información sensible, como es el caso de gobiernos, y, por supuesto, como medio de identificación, entre otros.
La tecnología detrás de las Selfies es la deconstrucción de los rasgos faciales en una serie de medidas, como: la distancia entre los ojos, o entre los ojos y la nariz, etc., para convertirlos en un patrón numérico único para cada persona. De esta forma, cuando ingresamos a los servicios de un banco usando tecnología biométrica facial, en realidad, lo que estamos usando es un código numérico y no la comparación de una foto en un banco de datos. Por esa razón, una persona puede ser autenticada aún si ha cambiado de peinado, usa maquillaje, lentes, se ha dejado o quitado la barba, usa pupilentes, se ha desvelado, etc.
Tras la pandemia y el aislamiento social a nivel mundial, el tema asociado al onboarding digital detonó en muchas industrias, principalmente en el sector financiero, y es aquí donde la biometría demostró ser uno de los mejores agentes antifraude, o, simplemente, para evitar el robo de identidad, ya que con la asociación de algún medio de identificación biométrico se logró disminuir el riesgo de fraude bancario.
Hoy en día la biometría facial está permeando múltiples industrias; en España, por ejemplo, ya es posible acceder a estadios de futbol y asociar los pagos de bebidas y alimentos únicamente con mostrar el rostro.
Otros usos que se le está dando a la biometría facial es para hacer el check-in en aeropuertos y abordaje en aviones; en oficinas de gobierno para realizar trámites; en escuelas para otorgar acceso a profesores y alumnos a las aulas; en hospitales para asociar el historial clínico con pacientes; en el sector asegurador para vincular los bienes asegurados con su historial; los servicios bancarios a través de cajeros automáticos o celulares ya cuentan con esta tecnología para autorizar transacciones o adquirir servicios. El ingreso a salas de concierto y espectáculos masivos será el siguiente paso en el uso de biometrías.
El terreno biométrico es muy fértil y prácticamente toda empresa que requiera de un proceso de autenticación podrá incorporar los beneficios de seguridad y sencillez que la biometría facial ofrece. Adicionalmente, Moneta, junto con sus socios tecnológicos, está robusteciendo su oferta comercial para brindar sistemas biométricos adicionales como: biometría de voz, de comportamiento, de retina, etc. Esto reúne un gran número de biometrías para garantizar altos niveles de seguridad, tanto en el onboarding digital como en la identificación de clientes, socios o trabajadores.
Si deseas saber más de las soluciones en seguridad biométrica y transaccional que tenemos, ponte en contacto con nosotros y un consultor te guiará en la mejor toma de decisiones para ti y tu negocio.
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